En las últimas semanas, los aficionados a la tecnología y a los videojuegos se han quedado atónitos ante las declaraciones del CEO de Oculus, Palmer Luckey, en las que expresaba su fascinación por los videojuegos que pueden hacer sentir dolor a los jugadores hasta el punto de matarlos.
Palmer Luckey habla de la realidad del desarrollo de juegos que pueden perjudicar a los jugadores
Los sistemas actuales, como el Oculus Quest 2, permiten a los consumidores sumergirse de forma fácil y limpia en el mundo virtual, donde no hay consecuencias, ya que está diseñado para entretener. En esta idea, Palmer subraya que esto no debe ser así, que los juegos deben suponer un riesgo para las personas como si se tratara de la vida real, y su visión va mucho más allá de las simples vibraciones generadas por un chaleco, dispositivos que ya están en el mercado. Morir por un videojuego no es una idea nueva, como el propio Luckey admite, esta premisa ya se ha tocado antes en muchas historias de ciencia ficción, la gran mayoría de las cuales se centran en un futuro tecnológico en el que se ha olvidado el valor de la vida humana.
Videojuegos que pueden matar a los jugadores: una idea controvertida
Luckey también ha afirmado que sería una opción a considerar, al menos para los jugadores profesionales de esports, justificándose en que en la vida real hay "Juegos" en los que el competidor puede resultar muerto, y cuanto más arriesgado es, más audiencia y vistas genera. Las declaraciones del fundador de Oculus han sido objeto de muchas quejas por su desprecio a la vida humana, pero también hay un gran grupo de personas que apoyan sus ideales y creen que ya es hora de que los e-sports rompan las barreras del mundo virtual para sumergir al usuario en una experiencia real, por lo que no sería descabellado que el señor Luckey anunciara el lanzamiento de un juego/instrumento que tiene la distinción de hacer daño al usuario en el futuro.